Célula Electrolítica producida en plástico ABS, con ánodos de titanio, uno de los materiales más resistentes a corrosión causada por casi todos los tipos de productos, tiene como finalidad quebrar las moléculas de sal y agua para reagruparlas, transformándolas en Hipoclorito de Sodio, un agente con alto poder bactericida, esa “quiebra de moléculas” ocurre a través de un proceso llamado electrolisis, que es gestionado por la caja de comandos.
Las células de los cloradores tienen una vida útil de 8.000 a 10.000 hs de uso.